Me preguntan por qué siempre quiero volver a Nueva York y la verdad que no se muy bien cómo explicarlo. Creo que hay lugares con los que conectamos de una forma especial y nos permiten incluso reencontrarnos con nosotros mismos. Lugares que te ponen los pelos de punta solo por el hecho de pensar en ellos, ver fotos, escuchar canciones…
Es una sensación que te recorre el cuerpo cada vez que vuelves y te recarga de energía.
Me encanta volver a los mismos sitios que ya conozco, porque me hacen sentir “como en casa”, y al mismo tiempo adoro perderme y descubrir sitios nuevos por casualidad.
En cada viaje vivo una ciudad diferente, aunque en realidad siga siendo siempre la misma.
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